Por más que aburras esa melodía
monótona y brumosa de la vida diaria,
y que te amansa;
por más lobo sin dientes que te creas;
por más sabiduría y experiencia y paz de espíritu;
por más orden con que hayas decorado las paredes,
por más edad que la edad te haya dado,
por muchas otras vidas que los libros te alcancen,
y añade lo que quieras a esta lista,
hay un pozo salvaje al fondo de ti mismo,
un lugar que es tan tuyo como tu propia muerte.
Es de piedra y de noche, y de fuego y de lágrimas.
En sus aguas dudosas
reposa desde siempre lo que no está dormido,
un remoto lugar donde se fraguan
las abominaciones y los sueños,
la traición y los crímenes.
Es el pozo de lo que eres capaz
y en él duermen reptiles, y un fulgor
y una profunda espera.
Es tu rostro también, y tú eres ese pozo.
Ya sé que lo sabías. Por lo tanto,
acepta, brinda y bebe.
Increíble. Qué caja de sorpresas. No sabía que le dabas a la poesía. Este poema está muy bien. Y es muy sincero porque te describe a ti y ahora perfectamente. O eso creo. Feliz bienvenida a tu nuevo espacio secreto. Esperemos.
ResponderEliminarBesos
El poema es reciclado de un blog que tengo olvidado, así que al parecer ya he estado muy hundida (como ahora) en otras ocasiones, yo es que no toco fondo jajajaja
ResponderEliminarBesos
Me encanto!!! que bueno encontrarte esta noche..... :D Saludos desde Costa Rica.
ResponderEliminarAnnette bienvenida!!!
EliminarGracias por dejar la huella de tu paso por mi blog y regresa cuando quieras.
Besos