26.8.13

La débil

¡TE AMO! Y él le creyó, siempre le cree lo que ella le dice.

Sí, sí, ya sé que lo decía de corazón, que así lo sentía cada vez que pronunciaba esa pequeña frase cuando le miraba a los ojos, pero entonces ¿por qué se dejaba comer el coño de otro hombre sin oponer la más mínima resistencia?

-No me folló...
Me contestaría ella con su mohín de labios rojos y poniendo esa carita de niña ingenua y a la vez traviesa que sólo ella sabe hacer.


-Vamos a ver, me cuentas que te comió el coño, que te besó, que te acarició entera, que te metió mano por todas partes, que se la chupaste levemente, pero como no te penetró, ¿eso significa que no pasó nada?

-Creo que sí, así me lo parece; al no haber penetración no hay nada.
Además, yo le dije que era muy puta y él me contestó que no, que simplemente era débil.

22.8.13

Un beso de los de nunca...

Desde que vi en facebook una antigua foto suya en la que estaba etiquetado no paro de empaparme de todo lo suyo, visito su perfil a diario para curiosear en sus cosas, que a mi modo de ver es para lo único que sirve esa red social, pero he de decir que no me ha servido mucho pues es muy reservado. También he leído algunos de sus artículos, descargué un video en el que aparece dando una pequeña entrevista, en fin, todo lo que la red pueda proporcionarme de él creo que lo he visto. Pero lo mejor de todo es tener el inmenso placer de sentirlo otra vez cercano, parte de mí, como antes, como siempre...

Y sí, cada vez que leo sus correos o coincidimos en el chat me emociono casi hasta las lágrimas. Lo único malo es que la palabra escrita es demasiado fría y a veces se presta a malos entendidos, o mis sentimientos me juegan una mala pasada y me dejo llevar por ellos. Es cuando me sucede lo inevitable, cierro mis ojos y veo los suyos mirándome fijamente, esos inmensos ojos verdes clavados en mí, escudriñando cada pliegue de mi piel, desnudándome el alma con esa mirada limpia y sincera que a pesar del tiempo transcurrido sigue intacta, la misma mirada que me perdía y me pierde ahora.

Precisamente ahora que dejé mis juegos hace meses, que me centré en mi vida de ama de casa ejemplar, que estaba por creer que me había muerto en vida, aparece él llenándolo todo para darme la posibilidad de viajar en el tiempo y transportarme a la hora de salir a recreo para encontrarlo, de volver a sentir la misma ansiedad cada vez que miro el reloj.

El otro día cuando chateábamos me dijo que estaba muy liado y no quise importunarle, así que me despedí rápidamente: 
"-Chao, besitos
-¿besitos?
-jajajaja bueeeeno, un beso, de los de siempre
-otro beso para ti, de los de nunca..."


Tuvo que explicarme a qué hacía referencia, ese día estaba espesa y lenta, muy lenta.

Desconecté y me quedé un buen rato pensando en él, en su beso de los de nunca...
¿Cómo sería nuestra relación ahora si alguna vez me hubiera besado? ¿Si venciendo su timidez adolescente se hubiera atrevido a ser más que mi amigo? ¿Si además de risas y charlas interrumpidas por la campana del colegio, hubiera pasado la frontera?

Imagino su primer beso de entonces...

Sería un beso temeroso, de esos que te dan y das con miedo, ese beso donde apenas se rozan los labios y no sabes a qué atenerte; en el que te consume la excitación pero no te atreves ni abrir la boca para empezar a explorar su lengua con avidez. Seguramente me hubiera quedado de piedra y no me hubiera atrevido a corresponder su beso para que no pensara mal de mí. Hubiera sido un beso de quinceañera de esos que se guardan para siempre en la memoria.


¿Y ahora? ¿Cómo será su primer beso?


Esta vez gozaré su beso como debe ser. Me acercaré a él como quien no quiere la cosa, oleré su cuello, le recorreré con mi nariz desde su frente, sus mejillas, nariz, hasta llegar a sus labios; me detendré allí y también los oleré, pasaré la punta de mi nariz por sus comisuras, luego la punta de la lengua y empezaré a abrirme camino, al sentir su lengua buscando la mía le dejaré hacer, mi boca estará entre abierta esperándole, sentiré como su lengua explora, la pasa por encima de mis dientes, por el interior de mis mejillas, sobre mi lengua y es ahí cuando le devoraré, aprisionaré su lengua y empezaré a chupársela como si fuera su glande, sentiré como mi mar empieza a desbordarse y su deseo por mí a manifestarse en el interior de su pantalón.
Será entonces el momento de retirarme, no está bien que una dama se entregue así no más en la primera cita...

Me encantan los besos porque son el preludio de la excitación, son el camino que te señalan el placer que es inminente, con un beso sabes si valdrá la pena follarle, si te esculca la boca puedes estar segura que te rastreará hasta tu más profunda oquedad.


"Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu compañía!" Pablo Neruda

19.8.13

Quiero más...

No hubo preámbulo porque desde anoche estábamos con ganas el uno del otro.

Me dejó llevar el control, así que le dije que lo quería boca abajo y lo recorrí con mi lengua desde el cuello hasta el culo para detenerme justo ahí; escupí en su ojete, lo lamí, lo chupé despacio, mordisqueé sus nalgas...
Luego le di vuelta y empecé a chuparle la polla, los huevos, bajé otra vez hasta su ojete, mojé mi dedo con mi saliva y acaricié su más íntima oquedad en forma circular, lo fui hundiendo muy lentamente mientras volvía a chuparle la polla, ufffff no me aguanté más y le dije que me la metiera. 



Lo cabalgué mientras él me besaba y me metía su dedo para estar llena de él todo el tiempo. Me corrí dos veces y luego me dijo que me la iba a meter por el culo mientras me follaba el coño con un vibrador, dios!!!!! 
Volví a correrme mientras él me llenaba el culo de leche.

Cuando terminamos me dejó tirada con el cuerpo engarrotado hasta el punto de dolerme, el coño como un mar, la cara empapada en sudor y con ganas de más..

14.8.13

Disfrútalo

Es insufrible esta pasión que me consume...

Quiero apartarte de mi mente, de mi sentir, busco en otros lo que tú me das, pero dudo que lo encuentre, sólo tú puedes darme lo que quiero, sólo tus palabras me mojan el coño, debe ser porque tenemos la misma sangre.

Te imagino follando con ella, hundiéndote en su ser y me estremezco, mi mar empieza a regarme y esta vez no quiero contenerlo, ya no hay apuesta, no me fustigo más.


Luego me parece verte tecleando como un poseso y disfrutando de lo que te ofrecen las otras, eso me excita más, si cabe, el pensar en tu polla que se hincha, en tu mano que no controlas, en el deseo que te embarga y no te deja pensar, en la otra que puede oírte cuando estallas de placer, cuando dices: dios!!!!!!!!!!!

Que ganas tengo de ti, de gozarte, de que me disfrutes, pero contener mis ganas me excita más, la caza también aumenta mi placer, el pensar que pueda haber otro que me ponga cual perra en celo como tú lo haces me vuelve más salida, me tienes a mil y sabes que es cierto, disfrútalo maldito, así como lo estoy haciendo yo.

12.8.13

El enmascarado

El otro día hablando con un amigo me contó que había estado en un baile o reunión (no me quedó claro) de máscaras. Se permitía todo, la única condición era que no se podían quitar las máscaras mientras estuvieran ahí. Folló con dos mujeres y esta es la hora que no está seguro si alguna de las dos era su pareja, ya que acordaron no hablar para evitar reconocerse la voz, y cumplieron.

Le dije que me llamaba la atención lo de la máscara y que tal vez escribiría un relato al respecto, aquí está:


Sentada en un banco se quejaba la prostituta de pelos amarillos, trompuda, con minifalda imitación cuero, botas negras subidas hasta las rodillas, lencería adquirida en una tienda de saldos.

Qué noche, -decía al tiempo que se jalaba las medias de nylon- he estado con un tipo que ha llorado toda la noche; no quería follar, hubiera sido preferible, era uno de esos cabrones, celosos, enfermizos, ¿Qué crees que hizo el hijo de puta?

Un día se puso una máscara, sí, como lo oyes, una máscara, y esperó a su esposa en el camino del trabajo a su casa, la atacó, la llevó a un terreno baldío, allí la violó y al darse cuenta de que no oponía resistencia, es más, que gozaba como nunca, la ahorcó.
No pudo resistir ver a su mujer gritando de placer en manos de un desconocido; le apretó el cuello y la dejó allí abandonada; hubieras oído como lloraba el hombre, y la pobre de su mujer, morir en esa forma, atacada por un enmascarado...



PD: Dudo mucho que una mujer goce al ser violada, aunque de todo se ve en la viña del Señor...
Entonces queda claro que es una fantasía ¿verdad? Y como es un relato fantástico, y es mi blog, puedo escribir e imaginar lo que me de la gana.

9.8.13

Una noche decembrina

No me llamó la atención cuando lo conocí, no es mi tipo…

Me gustan los hombres mayores que yo, de tez blanca o por lo menos más clara que la mía, acuerpados, incluso hasta gorditos, pues me gusta acariciar barriguitas y me imagino que es mi Buda particular para poderle pedir todos los deseos que se me antojen. Este sólo tenía a su favor que sabía bailar, conocíamos muchos lugares comunes y me hacía reír, además era paciente y como dice el adagio popular: La paciencia vence lo que la dicha no alcanza.


Así que a pesar de dejarle claro desde el primer momento que no estaba disponible para algo diferente a una simple amistad, (cosa poco probable entre sexos opuestos) él siguió insistiendo, llamándome dizque a saludar y haciéndome invitaciones de todo tipo. La última fue dos días antes de mi vuelta aquí, algo así como una salida de despedida.

–Hola Laura ¿quieres ir a ver los alumbrados? 

–Ya los vi. 
–Pero no conmigo, respondió.
 

Después de un pequeño tire y afloje terminé aceptando su invitación y pasó a recogerme a las 7:00 P.M. Me quedé sorprendida cuando lo vi bajar de un taxi que nos esperaba. 

-¿Vamos en taxi? 
–Sí, te dije que conmigo verás los alumbrados desde una perspectiva diferente. Vamos a la estación Industriales del Metro.

No había tanta gente como creí, teniendo en cuenta que era el último fin de semana que están encendidos los alumbrados navideños, y su idea era recorrerlos caminando a lo largo del sendero del río. Nos divertimos muchísimo, bebimos como cosacos, comimos obleas con un arequipe delicioso, asistimos a los conciertos improvisados de artistas callejeros, posé para que me pintaran el retrato de rigor el cual no quedó ni parecido y cuando pensé que el paseo había terminado me dijo: 

-Ahora viene la sorpresa que espero te guste.

Fuimos a la línea K del Metro, es decir, al MetroCable. A esa hora estaba casi desierta y nos advirtieron que pronto terminaba el turno, contestamos que sólo haríamos el recorrido de ida y vuelta sin descender de la cabina. Me senté pegada a él con el pretexto de que me asustaba la altura y le pregunté cuanto tiempo demoraba el recorrido, me dijo que 40 minutos. El paisaje era impresionante, quedé fascinada con esa obra de ingeniería que le cambió la vida a ese sector deprimido de la ciudad, las modestas casas se veían hasta bonitas y ni que decir de la cantidad de luces que alumbraban la noche. 



Estaba absorta disfrutando la vista cuando sentí que me besaba el cuello, pero en vez de ponerme digna y zafarme o hacerle algún reproche, me dejé hacer… 
Sentí su lengua recorriendo mi cuello con suavidad muy lentamente, de inmediato me mojé y no pude resistirme a su avance. Buscó mi boca y hundió su lengua hurgando con afán, entrándola y sacándola como si me penetrara, asió mi lengua y empezó a chuparla con deleite, yo me entregué al placer que me provocaba y abrí mis piernas para darle fácil acceso a mi coño que estaba empapado. Él acariciaba mis muslos, su mano derecha ascendía ansiosa buscando humedecer sus dedos en mis jugos, en esas estaba cuando el vagón se detuvo en la primera parada de las tres que hace en su recorrido. Nadie entró y las puertas volvieron a cerrarse, el siguió, yo jadeaba, le suplicaba que no se detuviera, se daba cuenta que me tenía a mil. Mi mano buscó su polla que estaba dura como un riel, con maestría bajé su cierre y la saqué, ya estaba descapullada e impregnada de esa babita transparente que me encanta, así que no me contuve y me agaché para chupársela. La sentí caliente y con un sabor alcalino, se estremecía cada vez que la hundía en mi garganta, me ahogaba, pero lo disfruté muchísimo, hacía tanto que no chupaba una polla así, con tantas ganas…

En la segunda parada tampoco entró nadie y el miedo a ser descubiertos nos excitó más, me levanté bruscamente lo que hizo que la cabina se bamboleara, levanté mi falda y le ofrecí mi coño empapado para que lo lamiera a su gusto, su lengua lo recorrió entero, chupó mi clítoris, hurgó en todas mis oquedades y me hizo literalmente tocar el cielo con las manos. Luego me besó para que probara mi sabor en su boca y siguió hundiendo sus dedos en mi coño hasta que llegamos a la tercera parada, ya no aguantábamos más, estábamos a tope. Esta vez ni siquiera reparamos en si había gente o no, lo único que nos importaba era sentir como su polla me follaba el coño con fuerza, y así lo hizo. Cuando me penetró pensé que iba a sacarme por el vidrio de la cabina, las luces giraban, mis piernas temblaban, sólo oí sus gemidos y perdí el sentido mientras me corría como una perra en celo.

5.8.13

Apuesta

"...Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños... Lección que por fin aprendí: ¡cómo cambian las cosas los años!"

Miénteme si lo deseas, pues habrá mejor motivo para ello que el saciar la mandíbula voraz que te devora por las ingles. Pero miénteme.
No habrá noticias mías hasta el Lunes. Miénteme, te repito, pero no acudas a mi piedad. Es demasiado suculento el premio como para desperdiciarlo. Mientras te escribo acaricio mi polla que se engorda con tu abstinencia, con tu deseo constreñido, con esa imposición absurda y vanal con la que te fustigas voluntariamente en pago de una apuesta perdedora. Me pajeo, quiero que lo sepas, que me huelas, que imagines mis huevos apretándose justo antes de explotar en leche.
Antes de escribirte y mandarte un beso quiero que sepas que me habré corrido y no será la última vez hasta el Lunes.
Voy a saturarme de sexo, de corridas y eyaculaciones y en cada una de ellas pensaré en tu coño necesitado, boqueante como un pez agónico, encharcado sin remedio.
Voy a correrme... ¿y tú?.
Miénteme, esa es tu opción.
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Un beso


Hoy estoy tanguera, oyendo al polaco Goyeneche, a Susana Rinaldi y como no, a mi preferida Adriana Varela.

No estoy triste, ni sentimental, ni nada que se le parezca, al contrario, estoy más salida que otros días... Hice una apuesta y perdí, como soy fiel a mi palabra, hasta tanto él no me autorice a dejar brotar mi mar, lo tendré a buen resguardo a pesar de las llamadas, invitaciones y hasta sueños eróticos que he tenido, pero eso es harina de otro costal.

Ya sabes, me tienes con unas ganas locas, pero sé contenerme, así no lo parezca.

Mientras tanto escucho uno de mis tangos favoritos, si te apetece pulsa sobre el título y escúchalo también. Como dos extraños

1.8.13

XL


El boom de las modelos XL se impone en las pasarelas mundiales
 
Renunciaron a tener una dieta de hambre, fueron en contra de lo establecido y están ganando la batalla. Rescatando la figura de una mujer curvilínea y femenina, las modelos XL se están tomando la pasarela y la publicidad.

Los más felices con esta nueva tendencia son los hombres que, cansados de ver a modelos delgadísimas y sin formas, se han volcado a los foros en Internet para alabar a las nuevas chicas de ensueño por sus bien lucidas y curvilíneas figuras. Sin embargo, ésta también es una buena noticia para cientos de mujeres, que ya no tendrán que ocultar esa talla L o 50 en su clóset.
Rellenitas y orgullosas, parece ser la propuesta actual, a la que ya se han sumado desde diseñadores de alta costura, como Jean Paul Gaultier, hasta campañas de publicidad criollas como las de productos Dove y, más recientemente, la multitienda La Polar. Esta última ha causado un verdadero furor gracias a su protagonista, la actriz chilena Mariana Loyola. “Extra Lindas” es el lema que repite la actriz, quien ha confesado sentirse orgullosa de su talla 42, haciendo que, de paso, otras miles de compatriotas comiencen a lucir sin temor sus redondeados cuerpos.

De anoréxica a top model

El caso de la modelo norteamericana Crystal Renn es el más impactante. Crystal es una chica que, como muchas, fue “descubierta” por un cazatalentos a los 14 años. El trato era simple: si ella bajaba 20 kilos, él haría de Crystal una modelo de renombre que acapararía las portadas más chic del mundo. “Me hablaba de estar en Vogue y yo pensaba que era asombroso y que era exactamente donde quería estar. Y el peso bajó”, confesó en un reportaje.
Gracias a una dieta a base de lechuga y coliflor, y a una rutina diaria de 8 horas de ejercicios, Crystal logró llegar a pesar 44 kilos. También consiguió padecer anorexia.
Sin embargo, a los pocos meses comenzó a recuperar los kilos perdidos rápidamente. “Iban cuatro meses y yo no comía ni azúcar, ni hidratos de carbono, ni grasas, y mis agentes me decían ´deberías seguir una dieta´. ¡La estoy haciendo, me están embromando!” Enfureciendo a la pobre chica que, a esas alturas, no conseguía ni el peso ideal ni quitarse las ganas de comer como todo el resto del mundo. Crystal subió 30 kilos, por lo que en la agencia en la que trabajaba (“Ford Models”), decidieron relegarla al catálogo de modelos para tallas especiales, lo que supuso un fuerte golpe para el ego de la norteamericana. Sin embargo, no sólo logró sobreponerse a eso, sino que también superó la anorexia y, de paso, sus complejos. Ahora Crystal es una de las modelos mejor pagadas, musa del diseñador francés Jean Paul Gaultier y rostro de la campaña de Mango “Why not?”. 


¿Cómo lo consiguió?
Simplemente se aceptó tal como era, lo que si bien en un principio le significó el creer que su carrera como top model había fracasado, con el tiempo se dio cuenta que su decisión le traería más beneficios que pérdidas. Ahora gana tres veces más de lo que ganaba siendo una modelo flaca, es conocida a nivel mundial y una de las modelos más cotizadas.


De modelos de tallas grandes a “top models”
Si bien el mercado norteamericano hace tiempo que sumó a su repertorio a las tallas grandes, ahora las famosas modelos “plus size” están entrando con todo a una arena que antes estaba reservada para las flacas: la alta costura.
La primera modelo “grande” en ser cotizada como una super modelo fue Emme Aronson a principios de los años 90. Toda una personalidad en EE.UU., Emme fue la pionera en abrir un campo reservado casi exclusivamente a las delgadas gracias a su belleza y desplante.
Rostro de una campaña para Revlon, portada de la revista “People” y nombrada “Mujer del Año” en 1997 por la revista “Glamour”, Emme se ha convertido en el estandarte de esta nueva camada de “grandes bellezas”.
Diseñadores como el nombrado Jean Paul Gaultier, la española Elena Miró y la marca Mango, ya se han sumado a esta nueva moda, privilegiando a modelos rellenitas y mucho más cercanas a la mujer normal que las típicas modelos ultra delgadas.
Esta nueva tendencia ha puesto sobre el tapete el viejo argumento que solían sacar a relucir los diseñadores cuando se les preguntaba porqué no escogían a chicas más normales para sus desfiles: “las mujeres delgadas lucen mejor la ropa”. A juzgar por las imágenes de Crystal para Mango, esta sentencia puede ser, por lo menos, dudosa. Con unas voluptuosas y armónicas medidas de 96-82-109, Crystal no parece darle la razón al lema que durante años han esgrimido algunos modistos.







¿Quién se resiste a estas curvas?