El boom de las modelos XL se impone en las pasarelas mundiales
Renunciaron
a tener una dieta de hambre, fueron en contra de lo establecido y están
ganando la batalla. Rescatando la figura de una mujer curvilínea y
femenina, las modelos XL se están tomando la pasarela y la publicidad.
Los
más felices con esta nueva tendencia son los hombres que, cansados de
ver a modelos delgadísimas y sin formas, se han volcado a los foros en
Internet para alabar a las nuevas chicas de ensueño por sus bien lucidas
y curvilíneas figuras. Sin embargo, ésta también es una buena noticia
para cientos de mujeres, que ya no tendrán que ocultar esa talla L o 50
en su clóset.
Rellenitas y orgullosas, parece ser la propuesta
actual, a la que ya se han sumado desde diseñadores de alta costura,
como Jean Paul Gaultier, hasta campañas de publicidad criollas como las
de productos Dove y, más recientemente, la multitienda La Polar. Esta
última ha causado un verdadero furor gracias a su protagonista, la
actriz chilena Mariana Loyola. “Extra Lindas” es el lema que repite la
actriz, quien ha confesado sentirse orgullosa de su talla 42, haciendo
que, de paso, otras miles de compatriotas comiencen a lucir sin temor
sus redondeados cuerpos.
De anoréxica a top model
El
caso de la modelo norteamericana Crystal Renn es el más impactante.
Crystal es una chica que, como muchas, fue “descubierta” por un
cazatalentos a los 14 años. El trato era simple: si ella bajaba 20
kilos, él haría de Crystal una modelo de renombre que acapararía las
portadas más chic del mundo. “Me hablaba de estar en Vogue y yo pensaba
que era asombroso y que era exactamente donde quería estar. Y el peso
bajó”, confesó en un reportaje.
Gracias a una dieta a base de lechuga
y coliflor, y a una rutina diaria de 8 horas de ejercicios, Crystal
logró llegar a pesar 44 kilos. También consiguió padecer anorexia.
Sin
embargo, a los pocos meses comenzó a recuperar los kilos perdidos
rápidamente. “Iban cuatro meses y yo no comía ni azúcar, ni hidratos de
carbono, ni grasas, y mis agentes me decían ´deberías seguir una dieta´.
¡La estoy haciendo, me están embromando!” Enfureciendo a la pobre chica
que, a esas alturas, no conseguía ni el peso ideal ni quitarse las
ganas de comer como todo el resto del mundo. Crystal subió 30 kilos, por
lo que en la agencia en la que trabajaba (“Ford Models”), decidieron
relegarla al catálogo de modelos para tallas especiales, lo que supuso
un fuerte golpe para el ego de la norteamericana. Sin embargo, no sólo
logró sobreponerse a eso, sino que también superó la anorexia y, de
paso, sus complejos. Ahora Crystal es una de las modelos mejor pagadas,
musa del diseñador francés Jean Paul Gaultier y rostro de la campaña de
Mango “Why not?”.
¿Cómo lo consiguió?
Simplemente
se aceptó tal como era, lo que si bien en un principio le significó el
creer que su carrera como top model había fracasado, con el tiempo se
dio cuenta que su decisión le traería más beneficios que pérdidas. Ahora
gana tres veces más de lo que ganaba siendo una modelo flaca, es
conocida a nivel mundial y una de las modelos más cotizadas.
De modelos de tallas grandes a “top models”
Si
bien el mercado norteamericano hace tiempo que sumó a su repertorio a
las tallas grandes, ahora las famosas modelos “plus size” están entrando
con todo a una arena que antes estaba reservada para las flacas: la
alta costura.
La primera modelo “grande” en ser cotizada como una
super modelo fue Emme Aronson a principios de los años 90. Toda una
personalidad en EE.UU., Emme fue la pionera en abrir un campo reservado
casi exclusivamente a las delgadas gracias a su belleza y desplante.
Rostro
de una campaña para Revlon, portada de la revista “People” y nombrada
“Mujer del Año” en 1997 por la revista “Glamour”, Emme se ha convertido
en el estandarte de esta nueva camada de “grandes bellezas”.
Diseñadores
como el nombrado Jean Paul Gaultier, la española Elena Miró y la marca
Mango, ya se han sumado a esta nueva moda, privilegiando a modelos
rellenitas y mucho más cercanas a la mujer normal que las típicas
modelos ultra delgadas.
Esta nueva tendencia ha puesto sobre el
tapete el viejo argumento que solían sacar a relucir los diseñadores
cuando se les preguntaba porqué no escogían a chicas más normales para
sus desfiles: “las mujeres delgadas lucen mejor la ropa”. A juzgar por
las imágenes de Crystal para Mango, esta sentencia puede ser, por lo
menos, dudosa. Con unas voluptuosas y armónicas medidas de 96-82-109,
Crystal no parece darle la razón al lema que durante años han esgrimido
algunos modistos.
¿
Quién se resiste a estas curvas?