Con él es muy fácil pasar del amor al odio y
viceversa en un abrir y cerrar de ojos, eso es precisamente lo que me
gusta de él, que me hace vibrar, que logra sin mucho esfuerzo que me
recorra una imensa ola por dentro.
A veces me provoca pegarle y otras, (la mayoría) comérmelo a besos.
A veces me provoca pegarle y otras, (la mayoría) comérmelo a besos.
Me da la impresión que ha añadido una nueva columna de gastos a su presupuesto, seguramente la denominó "Laura fin de semana"; los sábados por la noche y los domingos todo el día se esmera por halagarme, por agradarme en todos los sentidos, de hecho le falta tiempo para hacerme feliz y trata de prolongar el fin de semana todo lo que puede. Tal vez por eso, cuando el lunes empieza a hacerse notar con pasos de animal grande no tiene que decirme nada, se lo noto en la mirada, en la respuesta de su cuerpo al más mínimo de mis roces.
-¿Y ahora qué quieres?
-¡FOLLARTE!
Y yo, complaciente como siempre, me dejo hacer...