7.6.13

Para la insuperable Cortesana



Encomienda de San José, Río de la Plata:

¿Os acordáis, hace siete años, en París, en 1745? Yo era el joven jesuita español que asustado presenciaba como el maestro Boucher os pintaba.

Madame de Pompadour me había acogido entre sus elegidos, yo era casi un virrey, el próximo general de los jesuitas en el Río de la Plata, un territorio rico y plagado de encomiendas virtualmente libres del poder de su católica majestad. Un príncipe de la iglesia al que agasajar y colmar de regalos y caprichos.

La anfitriona recostada en unos enormes cojines reía y corregía al pintor, sugería el escenario y proponía posturas sugerentes y lascivas a la modelo.
Yo, incómodo en aquella recámara secreta e impropia para un hombre de iglesia, miraba de soslayo lienzo y cuerpo.
Diderot, divertido con la escena escribía refiriéndose al cuadro "...una bellísima espalda, unas hermosas nalgas, que invitan al placer y lo hace con la actitud más fácil, la más favorable..."

"¿Desaís masturbaros padre?, tumbaros a mi lado, vamos, no temáis..." y agarrándome por la muñeca me llevó a su lado. Levantó mi sotana y acarició mi sexo con la destreza de la amante del Gran Luis.
"Mirad las nalgas de la odalisca, mirad sus carnes accesibles... dejaos hacer..."

Miraba la escena mientras Madame Jeanne-Antoinette me masturbaba plácidamente, al mismo ritmo que el pincel reproducía vuestro culo, susurrándome las más sucias obscenidades hasta que eyaculé recostado sobre sus pechos inmensos, turgentes y perfumados.
Boucher y Diderot reían a grandes carcajadas mientras vos y Madame Pompadeur os fundíais en un beso satisfecho y cómplice.

Dos años después, un agente de la Compañía de las Indias me entregó vuestro envío, un lienzo cubierto y oculto. Le firmé un recibo en el que se especificaba que había sido entregado sin descubrir su interior.
Desprendí su envoltorio en la penumbra de mi celda, a resguardo de los ojos de mis hermanos, allí, disfruté de nuevo como antaño de vuestras carnes y presencia.

Por siempre, vuestro.

10 comentarios:

  1. ¡¡¡guauuu Laura¡¡¡ ¡¡¡Qué sensual y que sexy y qué provocador y qué todo este párrafo¡¡¡
    Dan ganas de grabártelo en la memoria y bajar al baño ;-)

    Un beso y buen finde, Lau

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    1. Novi por tu comentario deduzco que ha sido del agrado de hombres (que ya lo tenía previsto) y mujeres por igual, me complace saberlo y gracias por dejarme tu comentario.

      Un buen finde para ti también preciosa.

      Besos

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  2. Aclaración: Bajar al baño y no a mear precisamente, eh??? :P

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    1. Ya lo intuía, perspicaz que es una... jajajajaja

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  3. Una parte de mí asintió al leerlo, : )

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    1. Una parte apenas????

      Rafa que tengas un buen finde y lo disfrutes.

      Besos

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  4. He regresado de inmediato a mis días de lector del Marqués de Sade. Por las fechas del relato y lo que se cuenta no hay mucha diferencia.
    Especialmente interesante lo de que ya tienes previsto que guste a hombres. ¿Más que a mujeres? Por qué siempre los hombres primero para esto y luego ya las mujeres? Debería ser, como finalmente sucede que ambos por igual.
    Desde luego sí dan ganas de ser pintor y derramar todo el pincel sobre la musa pintada. Y así varias veces. Feliz fin des semana. Esperemos. Besos.

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  5. S por lo visto también leías Justine como yo. Estoy segura que entre más escarbe, más puntos en común encontraré entre nosotros, me gusta.

    Creo que me expresé mal cuando le contesté a Novicia, no pretendía decir que las mujeres no disfruten por igual este tipo de relatos, pero como el tópico es que somos más mojigatas para estos menesteres, me sorprendió que ella lo expresara abiertamente. Y los hombres, pues tengo muy claro desde siempre que esta clase de textos les encanta!!! jejejeje

    Me quedo con tu metáfora: "sí dan ganas de ser pintor y derramar todo el pincel sobre la musa pintada", aunque no sé si gozó más Boucher pintando a su odalisca morena, o el monje jesuíta que la contemplaba. ¿Tú qué crees?

    Besos y feliz fin de semana para ti también. A mí, según me están pintando las cosas, no creo mucho que sea diferente a los anteriores, pero nunca se sabe. Esperemos...

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  6. Ciertamente se cree que es ahora cuando mayor libertinaje y obscenidad se vie y, bueno, pienso que hubo tiempos peores... o tal vez debería decir mejores.

    Abrazotes.

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    1. Borga los tiempos siempre han sido iguales, ni mejores, ni peores, lo que cambia son los personajes...

      Besos

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