5.7.13

Nieves

Así se llama, preciosa ¿verdad?

Desgraciadamente para mí no tengo idea de como acceder a un blog que nunca antes he leído si primero no me descubren a mí y me dejan un comentario para poder seguir su rastro, por tal razón, me he perdido de una gran cantidad de textos que seguramente me esperan en algún lugar del ciber espacio para satisfacerme plenamente, en materia literaria claro.

Pues bien, gracias a que Kama y Sutra me dejaron su huella en otro blog que tenía hace años, pude descubrir el suyo y deleitarme con textos llenos de ingenio, sensualidad y finales de cuento inesperados como me gustan a mí. Ellos, en su momento, me autorizaron a publicar uno de sus textos para compartirlo con quienes me leen. Sin más preámbulos:

- Vamos a dar paso a la siguiente llamada. Buenas noches, estás en directo en “Pecado Original”. ¿Nos dices tu nombre?

- Buenas noches, Lidia, soy José Antonio.

- José Antonio, cuéntanos. ¿Cuál es tu pecado? ¿Es muy original?

- No sé qué decirte, Lidia. Yo no lo veo fuera de lo normal pero la verdad es que no lo he contado nunca porque me da que a los demás les va a extrañar y me van a mirar como a un bicho raro. Yo creo que incluso me van a considerar un degenerado, fíjate.

- Aaaaaah… y… dinos… ¿de qué se trata?

- Verás, estoy enamorado de una oveja.

- … de una oveja…

- Sí, mira, yo ya sé que dicho así suena como una barbaridad pero no lo es, de verdad, que no soy un pervertido ni nada. Te cuento. Yo nací en una aldea donde los chavales nos iniciábamos en el sexo con el ganado. A ver qué íbamos a hacer, si no había otra cosa. Las chicas no se dejaban hacer nada y nos salían ya las pajas por las orejas. O sea, entiéndeme, no es que nos hiciéramos pajas con las orejas sino que nos pasábamos el día meneándola pero necesitábamos otra cosa y ahí estaban las ovejas. Algunos se dedicaban a las gallinas pero a mí las gallinas no terminan de convencerme, no son nada acogedoras, son mucho mejor las ovejas.

- Ya…

- Sí, de verdad, las ovejas son otra historia. Bueno, la cosa es que yo dejé el pueblo y me vine a Madrid a estudiar, y cuando terminé la carrera pues lo normal: me casé con Nuria, una compañera de la Facultad, y tuvimos un niño. Y hasta entonces no había vuelto al pueblo. O sea, sí, había vuelto al pueblo a pasar un fin de semana, o la Navidad, o para celebrar el cumpleaños de mi madre, pero viajes relámpago, vaya, sin tiempo para nada. Pero cuando nació el niño nos fuimos allí a pasar las vacaciones de verano, por aquello de que es más sano que la ciudad, y que estuviera en contacto con sus raíces, y esas leches, que mecagoentodo si lo llego a saber me hago defensor del desarraigo y el niño que se acople como pueda.

- ¿Por qué, José Antonio?...

- Pues porque ese verano volví a darle a las ovejas. Porque una tarde salí a caminar por el monte y al subir una loma allí estaban ellas: blancas, suaves, acogedoras. Y mira, Lidia, igual si hubiéramos estado bien no habría pasado nada, pero Nuria llevaba meses empalmando unas candidiasis con otras y claro, me tenía a pan y agua. Que de sexo nada, otra vez a darle a las pajas.

- Ajá…

- Así que subí al monte y las miré, y se me encendió el cuerpo, y se me subió de golpe la sangre a la cabeza. Y a lo mejor te parece una locura pero había una que me pareció especialmente seductora, una que se ofrecía así como medio abierta… uf, ahí fue cuando noté un calentón que te mueres y me encontré empalmado como cuando tenía quince años. Y me la tiré.

- Ah…

- Me la tiré esa tarde y me la estuve follando todo el mes. Todas las tardes subía al monte y ella, en cuanto me veía llegar, se acercaba, se daba la vuelta y se me ofrecía amorosa. De verdad. Yo sé que me esperaba, que ella también se pasaba todo el día pensando en mí. Y cuando la penetraba se quedaba quietecita y relajada, y balaba muy bajito, como en susurros. Total, que cuando acabó el mes me vi incapaz de separarme de ella. Es que se me abrían las carnes, vaya, así que se la compré a mi primo y me la traje a Madrid.

- ¡…!

- Sí, la tengo en el piso, en la terraza.

- Qué me dices! La oveja… la tienes en la terraza…

- Te parezco un degenerado, un vicioso ¿verdad?

- José Antonio, en “Pecado original” no juzgamos a nadie, no te juzgamos, ni juzgamos a tu amiga.

- Perdona, perdona, Lidia, es que tengo los nervios destrozados. Porque yo me traje a Nieves, es que la llamo Nieves, es bonito ¿verdad? Pues para traerme a Nieves puse como excusa lo rica que estaría para la cena de Noche Vieja porque claro, tú me dirás si no cómo iba a justificar la oveja delante de los amigos, los vecinos, los compañeros…

- … y Nuria.

- Sí, bueno, Nuria. Al principio a Nuria le hizo gracia lo de tener una oveja en la terraza. Bueno, y se la sigue haciendo. Porque no ha relacionado nuestra falta de sexo con Nieves. Es que desde que Nieves está en casa Nuria y yo no hemos vuelto a follar. Primero Nuria casi no lo notó porque con eso de las candidiasis recurrentes el médico le había recomendado reducir el sexo, pero desde hace unos meses está como desesperada, me persigue, me pregunta, me acosa, llora. Y yo no puedo. Simplemente no puedo. Acaricio a Nuria, pienso en Nieves, y se me baja. Y claro, Nuria está cada vez más atacada, me espía y todo, porque se cree que tengo una amante, y cada vez me resulta más difícil salir a la terraza para follar con Nieves. Porque ésa es otra, que tengo que follarme a Nieves a escondidas, saliendo a la terraza de madrugada y teniendo cuidado de que no me vean Nuria ni los vecinos. Un estrés, vaya.

- Entiendo…

- Y lo peor no es eso, Lidia, lo peor es que estamos en diciembre, se acerca la Navidad, y yo… yo… me veo incapaz de sacrificar a Nieves. No sé yo, estoy pensando que… ¿y si por Navidad nos comemos a Nuria?

- ¡...!

- Ya, si a veces también a mí me parece una locura. Sobre todo por el niño, que no sé cómo llevaría lo de que Nieves fuera su madre. Y los hermanitos... porque me da que con Nieves no tendría hijos ¿verdad? ¿tú qué piensas, Lidia?

- ¡¡¡...!!!

- ¿Lidia???...

13 comentarios:

  1. Joderrrr Laura!!!!!!!!!!!!!!! y yo activista de los animales...arrrrggggg!!!!
    Al leerlo la primera vez...me cargo al tal José Antonio, pero vaya!! me lo cargo sin preguntar!! no pasa ni por juicio...
    Al leerlo por segunda vez...y queriendose comer a su mujer...en lugar de la pobre cabra...bueeeeenooo, quizás le doy medio punto a su favor...porque yo a la mujer le pego dos tortazos por burra!!! y lo de tener nueva madre y otros hermanos...pues a eso...no sé que dirá Nieves...vaya tela, vaya tela...
    Intentaré no juzgar como en "pecado original"...bueno...a lo mejor vuelvo y opino...je,je...
    una abraçadaaaaa!!! i bon cap de setmana!!!!!

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    1. Mam lo mejor que todos podemos hacer es seguir la política de "pecado original" jajajajaja

      Petonets maca

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  2. Jajaja...es un divertido relato coincidente, por casualidad, con parte del último libro que he leido, El canto de las tortugas, esa se llamaba Serafina, la oveja blanca, claro, pero en ese relato no hubo consumación debido a la oposición del pastor...

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    1. Carlos me hace mucha gracia saber de este tipo de coincidencias entre nosotros. No he leído nada de Javier Tomeo, pero ya me contarás como te pareció.

      Besos

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  3. Excelente! muy divertido.
    Me gusta este tipo de humor. El humor de situaciones insólitas, pero a su vez verosímiles.
    Un beso grande

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    1. Rick a mí también me gusta mucho este humor, como disparatado y loco, será que porque es como la vida misma...

      Besos

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  4. Juas!!!!

    Nuria lo tiene fácil, en Diciembre cena de oveja..

    Y a José Antonio un buen polvo en la terraza, seguro que se enganchará a nuevas aventuras con ella..

    Un piacere.
    Besos

    Sicilia

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    1. Me gustá más la opción de José Antonio, yo es que soy muy aventurera jajajajaja

      Besos

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  5. Gene Wilder terminó bebiendo Woolite a gañote (el woolite escondido en una bolsa de papel marrón, como si fuera whisky).
    Eso es de los que dicen "cuanto más conozco a mi mujer, más me gusta mi oveja", pero eso es porque no han encontrado mujer alguna que merezca la pena, y haberlas haylas.
    De la oveja, la lana y punto.
    De la mujer, hasta el último huesecillo es comestible, : )
    Un beso de cabra loca,
    rafarrojas

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  6. ah, y para encontrar otros blogs que llevarse a la boca (del cerebro) basta con que cotillees la lista de lectura de los que sí conoces.

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  7. Me acuerdo de esa película, o mejor dicho, de la escena de Gene Wilder con la oveja, toda linda en la cama de una suite ataviada hasta con liguero!!! jajajaja Lo del Woolite no lo recuerdo, pero sí tú lo dices, te creo, porque sé que eres un cinéfilo consumado.

    Lo de que la mujer es comestible hasta el último huesecillo me suena, será porque me han dicho muchas veces que me comerían a cachitos??? jejeje

    En cuanto a lo de cotillear la lista de lectura de otros blogs no acostumbro hacerlo, no todos tenemos los mismos gustos y cuando visito un blog, sólo me intereso por lo que escribe el autor(a) del mismo.

    Saludos

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  8. Se llamaba Blanca Nieves y era más sucia que una oveja. La chica más sucia del pueblo ¿Qué coño tendrá la nieve que tanto nos llama?

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    1. J no lo sé, pero es algo que se debería empezar a estudiar, pues ya se está volviendo epidemia...

      Esas Blanca Nieves son muy peligrosas!!! jejejeje

      Besos

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